PRAGA: una postal

Estar en Praga es increíble. No es necesario andar con una guía tipo Lonely Planet (¿así se escribe?) para encontrar un lugar lindo para mirar, basta salir a caminar sin ningún destino.

Los días estuvieron preciosos y las noches bacanes, salí harto a caminar con la camara viajera (como Don Francisco), no hacía frío, había cualquier turista y era bastante seguro. Todo bien en ese sentido. El río me encantó, era como el Calle Calle, y en las noches se bañó la luna (conti, me acordé cuando fuimos a Valdivia y arrendamos esas bicicletas de agua, hace 7 años parece).