Monday, August 25, 2008

LUNES

Amaneció despejado, parecía un día normal en el hospital, sin novedad. Después de mis cuatro meses de pediatría y profundo estudio de fin de semana, me sentí ahí, en medio de mi clásica inercia sintiendo que estos meses no habían cambiado en nada mi vida, aprender? sí; demasiado?no, permitirme sentir mayor seguridad? tampoco. Dónde está, dónde está el motor de todo esto, que aún no descubro? Es increíble encontrar las esencias, eso imperceptible, pero fundamental. En la visita de hoy tuve que examinar a Matías, el pobre hospitalizado por una tremenda estomatitis y mucositis, dormía tranquilo entre tanto suero, antibiótico y analgésico. Intenté hablarle, con cariño, así como cuando las abuelas despiertan a los nietos, sin presionarlo, traté que me dejara examinarlo. No pude, no me dejó, lo entendí. No importaba, no iba a cambiar conducta terapéutica. Pero seguí ahí, parada, al lado de su camita hablándole, perseverando. En la línea de espera...

Wednesday, August 13, 2008

Mirar atrás


Me desperté apurada, como siempre. Durante mi tarde libre aproveché de dormir para luego encontrarme con JH, mi gran amiga de temuco, mi compañera en todo, parte de mi familia. Me senté en el living de su depto de Carlos Antúnez, nunca había estado ahí, nunca en los ocho años en que vivimos en la misma ciudad y frecuentamos la misma comuna. Nos sentamos y conversamos, como siempre, de cosas antiguas, de cosas nuevas, como si nos viéramos todos los días, sin la presión de llenar espacios y sin la necesidad de demostrar en qué nos habíamos convertido en todo este tiempo.
Su cambio de estado civil junto con su partida a Gran Bretaña había motivado mi visita, marcada por lo cotidiano, ahorrándose toda excusa y necesidad de explicación por nuestra ausencia, más que nada mi ausencia, pues había sido yo quien se había ido - no sería la primera vez que hiciera eso. Revisamos las mesas del matrimonio, algunos regalos de la lista de novios, fotos del matrimonio por el civil y su vestido de novia. Vimos recuerdos, y me arrepentí…Me arrepentí de haber dado vuelta una página en forma anticipada, sin concluir ninguna historia, de dejarme llevar por mis ideas adolescentes y por el rencor, por no querer una segunda oportunidad. Luego, de no atreverme a volver y no cerrar el ciclo, temerosa que mi imagen se hubiera modificado, cuando era lo esperable y predecible. ¿Qué es la adolescencia sino la época en que todos cambiamos? Raro, por algún motivo - inconciente o sin querer -hice que mi imagen de crédito quedara intacta, resistente al paso del tiempo y de la vida en general. Quedó ahí, congelada para muchos, atesorada en esa región, en ese espacio de 5 años de mi vida, evocable por todos los que compartimos ahí, excepto por mí, hasta ayer, en que pude mirar para atrás y admitir. Contrario a otros, me cuesta más volver al pasado que mirar hacia delante. Esperanzada porque lo que viene tiene que ser mejor y con la convicción que cualquier experiencia negativa es mejor taparla. Ilusa. Me vine en el auto pensando… necesito tiempo para mirar atrás y pensar, necesito tiempo para arrepentirme y por último reflexionar. Llego a la casa y hago un par de llamadas, he quedado cesante, por primera vez… busco en la planilla excel mi panorama económico, y pienso: tal vez es la tranquilidad que necesitaba, si llegó sola, que así sea.