Back to the start

El viernes pasado hice algo que no hacía hace mucho: fila eterna por una entrada. Con ésta terminó la lista de mis imperdibles que tenía que ver en vivo antes del final. Y es un buen recorrido, tantos viajes, recuerdos, cds traídos por el papá desde EEUU más baratos o comprados por mí en la Musimundo de Bs Aires cuando el cambio era 3:1, tantas listas, grabaciones, regalos... Partiendo por RHCP en la Estación Mapocho octubre 1998, pasando por Smashing Pumpkins en el Arena de Berlin 2007, lo raro que fue R.E.M en el Movistar no recuerdo el año, la despedida incómoda de Radiohead, la soledad viendo a Blur y con la Keki en The Cure: toda mi adolescencia y adultez. Para ponerme a tono los empecé a escuchar de nuevo desde Spotify, sonó The Scientist Me di cuenta de que lo obvio, lo es... y lo que la experiencia dice, es por algo... y se vuelven a repetir lo patrones de antaño, que de tanto querer algo se convierte en obsesión, y ya no se disfruta el camino ni el destino. De nuevo me ocurre, again and again...y estos días de descanso, de dormir en mi casa 10 días seguidos, sin correr, sin inventar nada para evitar. Y luego de rechazar un nuevo hogar en el que sólo buscaba llenar un vacío y decidir suspender el tratamiento por ahora, me han permitido mirarme más de nuevo, mirar a todos, callar, pensar y esperar. Hay cosas que no resultan por más perseverante uno sea... Pienso en mi amigo, en cómo está ahora, 3 días en coma y veo lo poco que sé de su vida, tantas cosas forzadas que al final del día no sirven de nada...tanto insistir en algo para hacerlo funcionar. Qué tristeza. Hoy, más tranquila y recuperada, con treinta y tres parto de nuevo, pensando en que confiar y esperar vuelve a ser la premisa...Tengo a mi Tt y Petito... Con el final tan cerca, pienso que definitivamente, el sentido debe ser el camino en sí mismo, lo único que pido es que de tanto pensarlo empiece a sentirlo