Monday, August 25, 2008

LUNES

Amaneció despejado, parecía un día normal en el hospital, sin novedad. Después de mis cuatro meses de pediatría y profundo estudio de fin de semana, me sentí ahí, en medio de mi clásica inercia sintiendo que estos meses no habían cambiado en nada mi vida, aprender? sí; demasiado?no, permitirme sentir mayor seguridad? tampoco. Dónde está, dónde está el motor de todo esto, que aún no descubro? Es increíble encontrar las esencias, eso imperceptible, pero fundamental. En la visita de hoy tuve que examinar a Matías, el pobre hospitalizado por una tremenda estomatitis y mucositis, dormía tranquilo entre tanto suero, antibiótico y analgésico. Intenté hablarle, con cariño, así como cuando las abuelas despiertan a los nietos, sin presionarlo, traté que me dejara examinarlo. No pude, no me dejó, lo entendí. No importaba, no iba a cambiar conducta terapéutica. Pero seguí ahí, parada, al lado de su camita hablándole, perseverando. En la línea de espera...

No comments: